Mandalay

Nuestra entrada en Myanmar empezó por esta ciudad, una de las antiguas capitales del imperio birmano, y la verdad es que empezamos muy bien! Mandalay es uno de esos destinos que os sorprenderá, sobretodo por la amabilidad de su gente, el principal atractivo de este bonito país.

Lo ideal es combinar las principales atracciones de la ciudad con un tour de al menos un día a sus increíbles alrededores. Para los más aventureros podéis alquilar una moto o bicicleta para recorrerla. Nosotros lo hicimos sobretodo caminando y de cuando en cuando algún tuk-tuk con la app Grab.

Estuvimos 4 noches alojados en el Hilton Mandalay. Está muy bien ubicado, delante del Palacio, y pudimos disfrutar el buen tiempo en su piscina y descansar cada noche en sus fantásticas habitaciones.

Mandalay Hill

Mandalay Hill tiene probablemente las mejores vistas de toda la ciudad desde sus 230 metros de altura. Muchos recomiendan ir al atardecer pero nosotros lo hicimos a primera hora de la mañana y salimos igual de deslumbrados.

Para llegar a ella hay que subir cerca de 1700 escalones! Sí, habéis leído bien! Son 1700 escalones que tendréis que subir descalzos! Habíamos visto en varios blogs que existían escaleras mecánicas, y una vez arriba las vimos, pero si no las necesitáis por algún problema de salud no las recomendamos. La experiencia de subir andando es algo único.

Durante la subida os encontrareis con varios mercados improvisados, pequeñas pagodas, diversos miradores y sobretodo muchos locales con ganas de hablar en tu idioma o en ingles. Es una experiencia inolvidable y que hace la subida bastante amena. Se tardan cerca de 45 minutos, que pueden ser más cuanto más tiempo os detengáis en todo lo que hay por el camino!

Una vez arriba ya veréis que, como turistas, os van a perseguir para pagar los 1000 kyats que vale la entrada. Los locales no pagan. Os pondrán una pegatina que tenéis que conservar bien porque si la perdéis os perseguirán para volver a cobrar! 

La única recomendación que os podemos dejar es que evitéis subir en las horas de más calor porque seguramente la subida se hará más dura!

Palacio Real de Mandalay

El Palacio de Mandalay es otra de las visitas obligadas en esta ciudad. Devastado por un terremoto, bombardeado en varias ocasiones y quemado hasta sus entrañas durante la segunda guerra mundial, este Palacio era el sinónimo de la opulencia, la burguesía y el lujo de Myanmar. Fue construido a mediados del siglo XIX por el Rey Mindon, y está rodeado por una muralla y un gran foso, al estilo tradicional birmano.

Actualmente esta reconstruido en casi 90% y su visita es muy recomendable. Gran parte del recinto donde se encuentra es un recinto militar, por lo que esta prohibido al turismo. Solo se puede acceder por uno de los lados, la entrada este. Hay una garita donde comprar la entrada de 10000 kyats (recordad que os sirve para otras atracciones de la ciudad y afueras) y es obligatorio dejar al menos un pasaporte con la policía! Una vez dentro hay que recorrer cerca de 500 metros hasta llegar al Palacio, situado en el medio del complejo amurallado.

La visita dura cerca de una hora y es obligatorio ir descalzo siempre que se entre a un edificio. Uno de los más vistosos es una torre con una escalera de caracol de aspecto salomónico. Desde esta torre hay unas vistas de todo el Palacio y parte del complejo militar.